Parece increíble la cantidad de veces que los jefes de las empresas se quejan por perder a sus mejores empleados, y tienen un buen motivo para quejarse: pocas cosas hay más costosas y perturbadoras para una empresa que perder a personal cualificado.
Un % de trabajadores que no superar un periodo de prueba, afirma que el motivo de despido se ha debido a llamadas de sus antiguos empleadores, a sus actuales empleadores, sobre todo si son del mismo sector o área, contando mentiras o tergiversando la realidad para perjudicarles.
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Sed francos durante la entrevista y comentad la realidad acerca del último empleador y de que efectivamente las referencias no serán buenas, ya que no hubo encaje profesional.
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Avisar a vuestros referentes por si les llaman y dad alternativas.
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Nunca marchar mal, ya que nunca sabes qué clase de ego estás hiriendo y como va a responder posteriormente.
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No avises de tus incorporaciones a antiguos compañeros, ya que podrían filtrar esa información, al menos no durante los primeros meses, hasta que tu actual empresa te conozca y se fíe de tu profesionalidad.
Pero recordad que siempre habrá un peligro acechando en las sombras, «el jefe despechado», al igual que una pareja despechada intentará que no seas feliz y que te arrepientas por haberle abandonado (sin dejar que sea el o ella quien te despida previamente)